Después de una semana dura en el trabajo necesitaba el
finde y una noche loca bailando.
Me puse mi vestido
más sexi, negro, vaporoso, con toda la espalda al aire y un escote generoso
y atrevido.
Ya en la disco, la música se apoderó de mi cuerpo. La Salsa, El bachata, y el merengue regados con algunos chupitos hacían el resto. . Mientras bailaba me sentía observada, y mi libido iba in crescendo, notaba en mi espalda dos ojos fijos, y al girarme descubrí a Pedro, el primo de una amiga que no me quitaba ojo y me empecé a fijar en el. Sentado en un taburete de la barra enfrente a la pista sus piernas abiertas parecían invitarme. Me acerqué a la barra a por otro chupito, le salude y di dos besos. Sus húmedos labios besaron la comisura de los míos. Era erótico y sensual. Su paquete se marcaba en su pantalón blanco. Sus ojos acariciaban mi cuerpo con deseo y me excité, mojé mi tanguita al acercarse a mi oído para decirme que yo estaba preciosa.
Seguidamente me asió de la mano y me llevo a la pista de baile, estaba sonando en ese momento “quiero amanecer contigo” un Bachata de Luis del Amargue. Se pegó a mí y bailamos rozándonos, haciéndonos el amor en cada movimiento. Sus manos me acariciaron mi espalda desnuda, hasta llegar a mis nalgas.
El resto de la gente desapareció de mi mente, solo estaba el. Deslizó un dedo desde mi cuello hasta mis pechos...
Yo estaba ardiendo, -qué buena estás, me susurró al oído. Y me encendí aun más.
Con el calentón que ya llevaba de casa, la música y los roces de Pedro...necesitaba desahogar mi almejita y él lo entendió enseguida porque me agarró de la mano y me llevó al aseo. Nos metimos en una cabina y nos encerramos.
Me metió la lengua en la boca y empezó a masajear mis pechos, bajando mi vestido hasta la cintura para sentir mi piel ardiente, mis pezones endurecieron entre sus dedos y luego me los lamió, dibujando circulitos con su lengua.
Bajó sus manos deslizándolos bajo mi falda. Sentí sus dedos en mis muslos, subiendo hasta mis nalgas y tirando de mi tanga hacia abajo. Mi conchita latía...
-relájate, me dijo bajando por mi cuerpo y sin dejar de mirarme, mordiéndose el labio inferior se bajó a mis otros labios.
Su lengua me hizo estremecer ahondándose entre mis pliegues, devorando mi rajita sin dejar de agarrar mi culo. Subí mi pierna, apoyando el zapato en el wc y abriéndome a él.
Con su lengua estimulaba mi clítoris, mientras deposito dos deditos en mi rajita. Me deshice en su boca, pero aún más cuando metió un dedo de su otra mano en mi ano. Me fui salvajemente mientras mis manos asían su cabeza. Necesitábamos más y le lleve a mi casa, ya en el coche me encendí de nuevo al notar su mano en mis muslo acercándose a mi rajita, llegamos al portal de mi casa y nos metimos en el ascensor, note como su paquete había crecido en el trayecto, su sexo se endurecía de nuevo, esto prometía un sábado laaaarrgoo, largo
7 comentarios:
Conchita? almejita?
¡¡ Es ud. un gourmet del marisco!!!
beeeeeeeeeeso!!
No lo sabe usted bien, mi estimada Dalicia, tal vez porque proceda de la costa (yo, el marisco... casi siempre) tengo una debilidad y a ser posible regada con un cava añejo
¿ Orense costero???
Arrecarallo!!!
No me sea tan tiquismiquis, Dalicia, visite Samil en pleno agosto y luego me dira donde esta Ourense
No me gusta Samil... sintoo. :p
Ayyy, Barondojo... Qué susto!!
Por un momento me lo imaginé a usted con su bombín, su mostacho y luciendo un sexi vestido negro de escote atrevido bailando salsa mientras se excitaba viendo los ojos de Pedro mirándolo con deseo... qué imagen!!
Usted perdone.
¿Le han dicho ya si corre peligro por los colgajos?, si no es mucho preguntar? :)
Atentamente,
Caray !! estimada N.atasha, su imaginacion ha desbordado la mia, y le agradezco enormemente su interes por mis colgajos, no se disculpe, le hago saber muy gustoso que la doctora los a visto enormemente agraciados y sin peligro aparente, de momento
Siempre suyo,
El Barondojo
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