El
Depredador, su hábitat principal son las
grandes ciudades, se le conoce por su sonrisa nocturna y por el brillo de sus
ojos, suele desplazarse a grandes distancias, y en la época de calor amplia su ámbito
de caza a la costa y las playas, mientras en las épocas de frio y lluvias,
frecuenta las zonas de marcha de las grandes ciudades, es experto en moteles,
en camuflaje, y su verborrea delirante confundiendo así a las presas mas débiles.
En el Laboro
es como una grapa pegada a un formulario, con su traje gris marengo de
velatorio, tiene el no por delante, y en el rostro una mueca de engorro,
En la tarde
a la hora del tapeo, la Birra y terracita, muestra un rostro de confianza que
esconde un intelecto reducido, su cabello empastado en gel u otras sustancias,
se adorna con gafas oscuras para parecer Tío Duro, un fuerte olor a desodorante
mezclado con grandes dosis de perfume lo acompaña, vestido con ropa informal de
marca, busca mejorar su aspecto de propaganda sexual, siempre acompañado de
complementos y artilugios de última generación como la blackberry, que procura
enseñar y que la vean, su entrada en años, la disimula con un "toque
juvenil" calzando “bambas” de moda , siempre limpias y relucientes como
nuevas.
Y al llegar
la noche del sábado,………………… a partir de ese momento, sufre un cambio drástico,
deja el uniforme de oficina, y se enfunda en el Vaquero, se quita la corbata, y
calza la bota de media caña, prueba su sonrisa delante del espejo, y ya está
dispuesto para la caza.
Caminando
por la acera saluda hasta a las farolas, es muy conocido en la zona, y tiene grandes amigos de ocasión, y como siempre empieza
la noche en la Disco, donde tiene una
cuenta de gorrón, cuando llega, observa las piezas, le brillan los ojos, y sus
dientes como estrellitas producen el chirriar característico de la hilaridad
manifiesta, se sitúa en una esquina de la barra, a contraluz donde no le puedan
ver, apenas se mueve con el ritmo que suena del CD, con una mano en el
bolsillo, con la otra sujeta el vaso alto de whisky barato, las carnes prietas
danzan, las presas jóvenes bailan, mientras las veteranas buscan donde se
encuentra el buscón canalla, el rey de la noche perra y larga, y entonces comienza
la caza, algunas presas se salvan porque al fijarse bien en él, hay algo que le
delata, y esto es, ese hilillo fino de baba que se le escapa por la comisura de
los labios, mientras sus ojos brillan y agrandan.
3 comentarios:
Como que no...
Me cae gordo el Depre ese....
bss!!!
Mi querida Dalicia, no es usted la unica que muestra antipatia por el pobre coitadiño, ya es un expecimen en situacion de extincion, aunque se resiste salvajamente
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