Casi no podía oír lo
que decía con tanto ruido musical, pero si la podía mirar, deslúmbrate entre
las luces negras del local, su pelo negro azabache hacia resaltar sus labios
carnosos de rojo carmín, que conseguían una sonrisa jugosa, acompañada de unos
grandes ojos verdes de pícara mirada, Pilar se llamaba, ella seguía hablando
mientras yo seguía inquiriendo a su canalillo una respuesta. En un momento dado
con un movimiento de sus pechos, ambos los dos a la vez, logro cambiar la
dirección de mi vista, e intente prestar atención a sus palabras en detrimento
de mis ojos, por lo que no voy aburriros con los detalles de su voluptuoso
cuerpo femenino, y os transcribiré su sabiduría en el devenir nocturno por los
lugares de copas.
'Nunca, nunca pero
nunca te sientes en un baño público’ me dijo ella, y a continuación me mostraba
‘la posición ninja' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una
posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
Aunque eso ya lo había
escuchado a mi amiga la psicóloga, continúe prestando atención a sus dos
botones sobre los pechos, - Pilar continúo diciendo 'La Posición' es una de las
primeras lecciones de vida que tienes que saber cuándo vas de marcha y cuando
no, también. 'La posición' es
dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar, continúo
diciendo.
Por un momento tuve la
impresión que mis oídos se habían taponado y mis ojos volvieron a su punto de
origen, debo reconocer que no tuve la fuerza de voluntad suficiente de apartar
la vista de sus hermosos y voluptuosos pechos que amenazaban salir de su
apretada camiseta. Y nuevamente, esta vez el acercamiento de sus rojos labios a
mis orejas logro de nuevo centrar la conversación, no sin antes dar un sorbo a
la copa de cardhu que por cierto se acababa.
Cuando TIENES que ir a
un baño público, te encuentras con una cola de tías que te hace pensar que
dentro están regalando penes de distintos colores y tamaños. Así que te
resignas a esperar, sonriendo como gilipollas a las demás tías que también están
discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy
'meandooooooooo!
No es que me aburriese
su conversación, pero las dos tetas de Pilar merecían más atención, y yo estaba en
disposición de llegar a un acuerdo con ellas, aunque por un instante, solo un
instante baje la vista al resto del cuerpo, sus muslos sobre el taburete se
incrustaron irremisiblemente en mis pupilas, a duras penas logre centrarme en
sus labios que me sonrieron picaronamente como si pudieran haber leído mi mente.
Finalmente te toca a
ti, continúo diciendo Pilar, - mis ojos se agrandaron y mi sonrisa se amplió –
pero no iba por ahí la cosa, finalmente – continuo diciendo -, uno de los baños
se abre y te lanzas casi tirando a la tía que va saliendo, entras y te das
cuenta de que el puto picaporte no funciona (nunca funciona, dice); no
importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho
(nunca hay gancho, dice), inspeccionas la zona, el suelo está lleno de líquidos
indefinidos y claro no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del
cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca
la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la
mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...
Quizá fue menos de un
minuto, aunque me parecieron más, me deleite en imaginar los posibles juguetes
que tendría en el bolso, además de profilácticos – pensaba, los llevara de
colores?
Pero volviendo a la
puerta... Continuo diciendo, como no tenía picaporte, la única opción es
sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los
pantalones y te pones en 'la posición ninja'... Alivio...... AAhhhhhh.... por
fin...
Y ahí es cuando tus
muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las
piernas flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos, el
brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de
tu cuello.
-Inverosímil la imagen
que se creo en mi mente de la situación estando yo detrás- y justo en ese instante el vocablo “muslos”
despertó de nuevo mi olfato visual al desplazar la mirada hacia donde
imaginariamente terminaban sus muslos, pero su parloteo consiguió languidecer
mi ardiente imaginación.
Te encantaría
sentarte, - continuo Pilar hablando, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza
ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada, pero una voz
en tu interior retumba en tu cabeza “Jamás te sientes en inodoro público”, así
que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas... ¡¡¡Y por un fallo
de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica
en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!
No pude evitar la
carcajada, que corté rápidamente ante el dedo índice que alzándolo inquirió mi
atención. Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la
posición' requiere una gran concentración.
Pilar con las manos en
la cabeza y moviéndola de lado a lado, continúo diciendo, buscas el rollo de
papel higiénico, pero, ¡no hayyyyyy...! ¡El rollo está vacío...! (siempre está
vacío en los baños públicos) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos
de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable pañuelito desechable...
pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento,
pero no hay más remedio....... Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y
tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, ¡¡¡mientras gritas
OCUPAAADOOOO!!!
Sin contar el porrón
del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu
frente, la salpicada del chorro en las piernas... el recuerdo de……… en ese
momento mis sensores auditivos dejaron de funcionar y nuevamente el olfato
visual me traslado a su postura con las piernas cruzadas sobre el taburete
visualizando un trozo mas arriba del muslo que su corto vestido de lana había
dejado ver por la postura adoptada, cada minuto que pasaba me gustaba mas la
historia que contaba y eso que solo apenas podía ver el movimiento sensual de
sus labios frente a mi
Estás exhausta, acerté
a oír volviendo a entrar en el soliloquio que ella y solo ella mantenía
conmigo, - cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa
rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las
enfermedades y eso ...
Entonces vas al
lavabo. No, le dije en un intento de tomar parte del monologo que mantenía, no,
tu no tonto, escucha, dijo y continuo.
Entonces vas al lavabo y todo está lleno de
agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro,
no sabes cómo funciona el grifo con la mierda esa de los sensores automáticos,
así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón (si
es que lo hay, porque nunca hay en los baños públicos), te lavas en una
posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso y quede
debajo del chorro... El secador no lo usas, es un trasto inútil así que
terminas secándote las manos en tus pantalones, porque no piensas gastar tus
pañuelos desechables para eso y sales... al fin
En este momento ves a
tu maromo que entró y salió del baño de hombres con su sonrisa blanca y dos
estrellitas brillando sobre los dientes.
'¿Por qué tardaste
tanto?'' te pregunta él. 'Había mucha cola' te
limitas a decir.
En ese momento en un
movimiento compulsivo no exento de avaricia así su mano derecha entre las mías
y acerté a decir -por eso quieres cambiar de novio, ¿verdad?
No necesariamente me
dijo con su roja sonrisa, es por solidaridad la razón de por qué vamos en
grupito al baño las mujeres, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la
otra te sujeta la puerta, y así es mucho más sencillo y rápido ya que una sólo
tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad...