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miércoles, 6 de junio de 2012

EL TRIPLE FILTRO


El Coctel de “yerba” y güisqui  a altas hora de la madrugada produce un desbarre nocturno de muy señor mío, ( o mejor dicho, “suyo”) sobre todo cuando el individuo ya es propenso a una diarrea mental, sin necesidad de aditamentos sicodélicos, y sin haber ojeado siquiera un libro cualquiera de esos de sicología inversa. 

Alguien escribió que el cerebro  humano  es un órgano más bien cenizo destinado a crear y albergar negros pensamientos, y se  rige por las Leyes de Murphy, y por el viejo principio pesimista que aconseja pensar mal para acertar. Probablemente tiene razón, pero en un país irreal donde el surrealismo es la forma cotidiana de la convivencia política, social y laboral, no se acerca a la verdad real, más bien camina paralelamente  a la idiosincrasia del individuo poseedor de dicho cerebro. 

Bueno, la verdad es que todo lo escrito anteriormente, no era estrictamente necesario, para poder contar lo que ahora voy a contar , pero de alguna manera debía ocupar espacio sin preocuparme por la tala de los arboles, puesto que lo escrito  va a estar simplemente en la “NUBE” 

La cuestión es el “ TRIPLE FILTRO”   un filtro que todos los hombres y mujeres de bien ( más o menos ) deberíamos aplicar cuando, como en la historia que sigue, se nos presenta: 

“En la antigua Grecia, Sócrates fue muy famoso incluso por poner en  práctica  su conocimiento. Un día, un  conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo? -
- Espera un minuto – replicó Sócrates. – Antes de decirme cualquier cosa quisiera que pasaras  un pequeño examen. Es llamado el examen del Triple filtro. -

- ¿Triple filtro? -
- Correcto – , continuó Sócrates. – Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena  idea tomarnos un momento y filtrar lo que vas a decir.  Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.


-- (Yo no puedo saber que pensaba el conocido de Sócrates, pero seguramente alguna barrabasada.)

El primer filtro es la Verdad.
¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto? -
- No – dijo el hombre, – realmente solo escuché sobre eso y… -
- Muy bien – dijo Sócrates. – Entonces realmente no sabes si es cierto o no!


Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la Bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a  decirme de mi amigo? -
- No, por el contrario… -

- Entonces -, continuó Sócrates, – tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de  que sea cierto. Tú puedes aún pasar el examen, porque queda un filtro: el filtro de la Utilidad.

¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo? -
- No, realmente no. -

- Bien -, concluyó Sócrates, – si lo que deseas decirme no es cierto ni bueno e incluso no es útil,  por qué decírmelo?

Simplemente olvídalo!!!! -.

Es que Sócrates para ser tan viejo, ¡sabia la ostia! …. Ya dice el dicho: “ sabe más el diablo por viejo que por diablo”,  y cuando se hacía la “Mili” se decía : la experiencia es un grado

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