No es necesario meter los dedos en los ojos, solo es necesario
abrirlos, y comprobar la gran diferencia existente entre la gestión pública y
la privada, en cuanto a los servicios públicos, y sobre todo cuando esta última
no tiene la supervisión de la primera, puesto que la gestión de servicios públicos
no es un negocio mercantil.
Se está comprobando que enriquecer a unos pocos privatizando la
sanidad, provoca la muerte de muchos, y buscando la rentabilidad de las
residencias de mayores, consigue que estos no puedan disfrutar de sus familias,
por ser tratados como simples números
Las residencias de mayores se han convertido en el negocio para
los bien llamados “fondos buitres” y explotadores. Desde que en 2012 el PP inició esa política de recortes sociales
y reformas laborales restrictivas, se destruyeron los servicios públicos,
especialmente en la Sanidad y Geriatría. Los gobiernos del PP han descapitalizado lo
público para demolerlo y ponerlos en manos de los fondos buitre de inversión y en manos de carroñeros financieros
Recordemos que en España hay casi nueve millones de mayores
de 65 años y solo unas 6.000 residencias, siendo uno de los países con más alta
esperanza de vida en el mundo (algo más de 83 años) solo por detrás de Suiza y Japón.
O reconducimos la gestión de servicios públicos en sanidad y geriatría,
o si no, en breve tiempo la célebre frase atribuida al FMI y la Sra. Christine Lagarde
“Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global.” sé
tornara real.
“Ave, Coronavirus, morituri te salutant
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