Aunque últimamente no haya estado muy activo (en el
blog quiero decir) no significa que no
haya estado activo en otros menesteres.
La cuestión es que el pasado jueves (que no era día de
comadres) me invitaron a una cata, y por supuesto dije si antes de pensarlo, inmediatamente
después de la última “i” del sí, por mi menta pasaron infinidad de modelos,
altas rubias, morenas, castañas incluso con sabor a fresa con chocolate, una
delicia de cata pensé. Camine hacia la barra del Pub cual babosa dejando un
rastro tras de si. Pedí un cardhu, lo así con mi mano izquierda y di un giro de
360 grados, apoye cómodamente mi espalda en la barra, deposite mis codos, doble
ligeramente la rodilla y apoye el pie, poniendo en juego mis mejores armas,
esperando a que apareciera “la mujer”
Y apareció. Y que mujer… ojos verdes, cuerpo de escándalo,
pelo rubio, cuerpo de escándalo, maravillosa sonrisa, cuerpo de escándalo, y
unas graciosas gafas de hipster, además de un cuerpo de escándalo, (vamos, lo
que los entendidos denominan “una Jaca de cuidado”)
Camino hacia mí, sus excelsas caderas y sus delgadas piernas
amenazaban desencajarse, yo mantenía mi mirada en sus abultados pechos, cuando ella me pregunto:
Hola, tú debes de ser…………
Siiiiiiiiiiiiiiiii le dije, antes de que pudiera ser otro, asiéndole su
mano con mis dos manos.
-
Me encantan las catas, dijo ….
-
Y a mí, y a mí, le dije yo, mientras mis ojos se
clavaban en sus pechos
-
Esperamos a Pedro y Lola y nos vamos a la bodega
Mi mente se puso en contacto con la cabeza e imagino la
escena, yo mientras me regocijaba entre sus muslos,
-
Mira, ya llega Juan, es un excelente sumiller
Alce la vista muy a pesar mío, y mire a un elemento de
dudosa sexualidad
-
Juan nos va hacer un excelente trabajo, te
gustara ya lo veras, dijo ella sin
apartar la vista de esa cosa que se había situado a mi lado precisamente.
Esta vez fue la cabeza la que se puso en contacto con mi
mente y le alerto del peligro, Pedro y Lola llegaban en ese preciso momento,
Lola como de costumbre ceñida hasta las caderas y Pedro como cualquier grunch
de los ochenta que era,
-
Que emoción, es la primera vez que asistiré a una
cata de vinos, dijo Lola
-
¿Perdón bonita? Conteste cual choni de Gandia shore, herido en
la imaginación
-
Vamos a probar diversos vinos en la bodega de Juan,
en que estás pensando
-
Por supuesto, dije - una cata de vinos, de que otra cosa podría ser
la cata
Menos mal que juan no nos cobró los distintos caldos y es de
agradecer los mejillones al vapor que los acompañaron después. Pero la próxima vez cuando me vuelvan a invitar, me
cerciorare sobre de que va el tema
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