Edwar Hopper -- 1931
Ya eran más de las tres de la madrugada, el ambiente ya se notaba cargado y el güisqui comenzaba hacer estragos, mientras la música se mezclaba con el ruido, … escuche:
-Me dijo que volvería!
Apenas pude alzar la vista de lo pesados que sentía los parpados, la mire ligeramente borrosa, ¿Qué hacía allí sentada en mi mesa?.... ah, sí, me di cuenta que llevaba allí sentada de cháchara toda la noche, su melena rubia rizada, y su cara de ángel, me hicieron espabilar un poco, me fije en el canalillo, que separaban ambos pechos pretendiendo salir de la cárcel de su camiseta, y mientras la miraba con ojos vidriosos, ella continuo diciéndome:
-Me dijo que no seria para siempre, ¿sabes que me dijo? Me dijo que se quedaría conmigo toda la vida, que no me abandonaría, que no me dejaría caer. Y sabes lo peor ¿? Que yo le creí.
La verdad yo no sabía que decía, ni siquiera de que hablaba, entre el ruido, la música y el güisqui, mis oídos apenas eran capaces de discriminar su voz, solo acertaba a mirar sus pechos, y su linda carita de ángel con unos ojos que parecían brillar.
-Le di todo, todo mi corazón,… continuo diciendo. -le di mi alma, todo eso le di, pensé que él no me destrozaría porque él sabía lo que era tratar a alguien como una mierda. Pensé que sabía lo que era el dolor, el verdadero dolor. Y que hizo el muy carbón?, desgarrarme, dejarme hueca, vacía, sin rostro. Me prometió que nunca me dejaría en ese abismo de sufrimiento y soledad. Pero ahora sigo aquí sola, fría, con el corazón congelado y con una carta de despedida en la mano.
Entonces la imagine de mil maneras, con zapatos de tacón, un bolso de piel y su mejor vestido del domingo, paseando por el parque meneando un abanico azul y esperando la llegada de un abril
De pronto la vi en el embarcadero empapada en llanto, mientras la redonda y brillante luna de la noche la observaba, ella estaba sola mirando al horizonte, y la noche se fue anidando en su pelo y en sus labios, mientras ella seguía esperando.
También la vi en una habitación de hotel, Sola en el Olvido, Sola con su Espíritu, Sola con su Amor nocturno, Sola sentada en la cama, con unos papeles en las manos, pensando, aparentemente tranquila, mientras su larga melena rizada rubia se teñía de blanco, y el tiempo se le escurría, su reloj se paro una tarde de septiembre, mientras una noche tras otra las ve pasar a la espera de sun tren del alba.
2 comentarios:
Caray,,Al fin y al cabo ,siempre es la misma historia.
Penélopes tejiendo, muelles eternos, soledades, olvidos , y relojes detenidos en cualquier estación.
Y gente que parece que te oye, pero que no escucha nada.
Muy bueno..
Claro que ....si tienes que elegir una única banda sonora de fondo para este texto¿cual?
Un saludo
La Banda sonora que elegiria, Mi querida Azo, no podria ser otra que la fantastica y al mismo tiempo terrible "Tu Frialdad" de aquel grupo llamado Triana
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