Hablar mal de otra persona es una manera de intentar destruirla frente a los demás, y sobre todo cuando lo que se dice de esa persona no es enteramente cierto.
Es curioso ver la cantidad de sastres y modistas que pululan el viernes a altas horas de madrugada por los “pafetos” haciendo trajes y vestidos a todo bicho viviente, pero al mismo tiempo es divertido escuchar la sarta de babosadas, que mezcladas con el alcohol producen alucinaciones patógenas en más de una modista y un sastre del tres al cuarto, y todo ello sin abandonar la hipocresía característica de la envidia que tienen algún@s
Apenas le dio un sorbo al cubata, para continuar con el relato, Lola se sabía divina, elegante provocativa y guapa, no en vano una cantidad de ojos rojos por el humo y la falta de sueño de los canes nocturnos, no dejaban de mirarla. Ella gesticulaba con alegría, acompañando cada una de las frases, su cuerpo se arqueaba en el taburete haciendo que sus pechos rozasen peligrosamente a su contertulio ocasional. Este sin embargo estaba más pendiente de la raja de la falda, que de lo que “rajaba” la Lola.
Fíjate en lo que te digo, - dijo Lola: Por ejemplo Ana, es la típica amiga que hace como que le importa mucho lo que te pasa, te la encuentras y te dice:(se sorprende)- ¡Loli, pero que tal , tía te veo divina, que fuerte que ganas tenía de verte por favor, ¿qué tal estas?, ...joder ¿que me cuentas?¿ entonces chunga, no?,¡ joder que putada! , oye pues llámame vale, que tengo mogollón de ganas de hablar contigo.
Hace una pausa, me mira, mira su copa, acerca sus dedos a sus labios y sigue diciendo: y porque no habla contigo si tiene tantas ganas, y porque no te llama ella, y porque quiere que la llames tú si nunca te ha dado su teléfono.
Una nueva pausa, levanta su copa se la acerca a su boca, mientras yo insisto con la mirada al canalillo que sube y baja acompañando la respiración de un pecho prometedor,
Conclusión, dice Lola : superflua como yo, pero claro mi falsedad no es histriónica, no porque sea mejor que ella, sino porque tengo sentido del ridículo, conciencia de mi misma , un poquito de saber estar, mínimo, suficiente.
Recorrió con una mirada de sus ojos negros todo el local, y luego los poso en los míos, con un aletear de sus largas pestañas me pregunto: ¿ que te parece? Y yo no acerté a decir más que un Pssssssss.
Ella sabedora que era el centro de atención en ese momento continúo:
Luego esta mi amiga de toda la vida, La Rossy, Rossy es de las que se cree que ser auténtica es ser divertida y se ríe por todo así se esté pudriendo por dentro: hace gesto de saludo con las manos ¡¡ todavía te acuerdas tío, que fuerte...!!
Te voy a contar un chiste, te dice, y te cuenta un chiste y dos y tres, y te tienes que reir y como va de natural te eructa la cerda y que auténtica soy y todo eso, y luego le preguntas ¿qué te parece mi corte de pelo?, y ella te contesta - ¡ tía te lo iba a decir estas supercambiada, te queda ideal, te lo iba a decir desde que te vi!,- ¡pero si no se había dado cuenta... la muy cretina!
En definitiva, que todas somos superfalsas, y vosotros también apostillo.
Yo a estas alturas de la noche y debido a la cantidad de güisqui que llevaba encima ya había cambiado los ojos de sitio, ahora estaban fijos en sus rodillas y muslos que aquella faldita corta me permitia ver, y pensaba que ella buscaba sin demasiada confianza, a una persona auténtica, no tenía que ser un leñador tipo Marlboro pero un tío que fuera de verdad, que dijera lo que piensa, que no tuviese dobleces. Y parece que lo encontró, se llama Raúl, lleva seis meses tirándoselo, y es perfecto, Raúl es noble, sincero, natural, casero, familiar con su familia, amigo de sus amigos, y casualmente es el marido de una amiga mía. Ella lo sabe, quizá eso le reste a Raúl cierta autenticidad, pero bueno después de todo eso sería de cara a su mujer, que es mi amiga. Pero conmigo Raúl es...¡auténtico!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario