El dedo acusador que siempre muestra el alcalde de
Ourense, Pérez Jacome, es el proceso por el cual toda persona que se cree
víctima de algo acaba buscando un culpable sin importarle si es real o
imaginario, creíble o, por el contrario, absolutamente inverosímil.
La nefasta política de personal del anterior gobierno
del PP es seguida a pies juntillas por el actual gobierno de la coalición letal
del PP y DO, no solo vierten falacias e insensateces en las redes sociales,
sino que la mediocridad de este gobierno se muestra en los globos sonda y
anuncios electoralistas que anuncian un día si y otro también.
No le llega con el anuncio de la incorporación de los “vigilantes
del tiempo” sino que también tiene otra interesante idea, la dotación y control
telefónico, ello le supone un gasto de unos 15000 euros, que posiblemente ya
tenga el nombre de a quien adjudicara.
Sin embargo, las necesidades reales de los ourensanos
no las tiene en cuenta, la gestión de servicios sociales, la reactivación económica,
y el turismo a través de la apertura de las termas, ni las ve. Al PP le sale rentable mantener en el
gobierno del Concello a Jacome, porque a su vez Jacome mantiene a Baltar en la Diputación
de Ourense, ambos expertos en el sistema del dedometro.
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