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| CAMINANDO by Barondojo 2001 |
Vigésimo sexto día de cuarentena, el confinamiento de
algunos personajes parece que confirma su efecto, el desbarre y la diarrea
verbal vertida en las redes sociales, ya es una realidad. Conocéis aquella anécdota
que, al principio de una batalla importante de la guerra de los cien años,
todos los generales exponían sus recursos, y uno de ello dijo aquello de: “yo
pongo cien mil pies de caballo” pues eso.
Leyendo algunas revistas antiguas, encontré una reflexión corta
pero curiosa, de mi amiga Mafalda: llegar a los cincuenta tiene sus desventajas
y ventajas, no ves las letras de cerca, pero ves a los gilipollas de lejos. Esto me recuerda aquella frase que decía un
amigo; de vete tú y di que fui yo.
Lo que, si esta claro es que hay que decir una burrada mas
grande que otra para tener espacio en algunos medios, yo casi todas las noches
le recuerdo a Buda que les facilite el camino y les ayude a llegar, aquellos
que yo ya mandé a la mierda.
Con el paso del tiempo incluso yo sin ir al gimnasio llegue hacer algunas reflexiones, sobre todo por las
mañanas, que es cuando se está más fresco, es más, incluso llegue a ponerles
nombre, y conseguí mantener durante semanas el mismo número, por ejemplo
barrigadas conseguí durante
semanas mantener las 50 consecutivas, y que decir de las sentadillas, todavía a
día de hoy mantengo el estatus de las tres horas y media, sin embargo lo que
nunca lleve bien fue lo de la cinta, me apretaba demasiado la cintura, y claro
me resultaba muy incomodo correr por el salón alrededor de la mesa.
Sin embargo con todas estas cosas de la gimnasia mental, aprendí que reírse de uno mismo te hace pasar
un buen rato, mi abuela ya decía que la
luna unas veces está más cerca a según sea la semana, y esta semana parece que
es así, por lo que os dejo tres para que reflexionéis un rato en compañía de la almohada o de quien sea menester:
Si alguien no te contesta, ya respondió
A veces se necesita la ausencia para valorar la presencia
Y la que mas me gusta e intento practicar todas las
mañanas:
Por muy alta que sea la montaña, siempre hay un camino que
te lleve a la cima
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