Tengo que dejar de salir de Noche, estoy totalmente convencido que a partir de las 00,00 horas ocurren extraños desvaríos en la fauna nocturna del asfalto. A nada que uno está solo deleitándose con un buen güisqui, escuchando buena música y recreando la vista en el escaparate del entorno, aparece la amiga de turno y “zas” se acabo la buena música, el devaneo ocular y los pensamientos húmedos, después de los besitos en las mejillas, y aleatorios piropos recíprocos, toma asiento y comienza la cháchara sin importarle que tu estés medio ido, ella sigue, sigue, sigue, y no para, y tú con una media sonrisa de circunstancias y unos ojos agrandados por el alcohol mantienes el tipo, esperando que acabe y te haga alguna proposición deshonesta que dure hasta la madrugada.
Son las 6,00 a .m. El despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared. Estoy acabada. No querría tener que ir al trabajo hoy. Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores. Todo, menos salir de la cama, meter primera y tener que poner el cerebro a funcionar.
Yo le pensé directamente a la cara, y sin ánimo de ofenderla, porque supongo que no será telepática y no podrá leer mi mente: “va a ser difícil que tengas algo parecido, debajo de esa cabellera rubia, aunque tengo cierta curiosidad por saber que hay debajo del vestido”.
Me gustaría saber quien fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas que tuvo la puta idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.
En mi pensamiento pude leer: ¡ JODER! Una tía machista!!! Esto se pone interesante
Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, enseñándose mutuamente secretos de cama, condimentos, trucos, remedios caseros, leyendo buenos libros de las bibliotecas de sus maridos, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.
Entonces entre mis ojos se encendió una lucecita roja: ¡ JODER! Que ironía tiene la tía, no sé si soy yo solo hablando conmigo mismo, o es la rubia que tengo enfrente, seguidamente me di cuenta que era ella la que hablaba, yo no tengo esos pectorales
Ella continuo: Y luego se puso mejor, teníamos servidumbre, llegaron el teléfono, las telenovelas, la píldora, el mail, la tarjeta de crédito, ahora internet !! cuantas horas de paz, y realización personal nos trajo la tecnología!!, hasta que vino la puta pendeja que por lo visto no le gustaba el corpiño, a contaminar a otras rebeldes e inconsecuentes con ideas raras sobre: “VAMOS A CONQUISTAR NUESTRO ESPACIO”. ¡QUÉ ESPACIO NI QUÉ COÑO!!! Si ya teníamos la casa entera!!!
Todo el barrio era nuestro, el mundo a nuestros pies!!! Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse, incluso follar y para hacerse ver bien delante de sus amigos. Y ahora… ¿donde coño están?
NUESTRO ESPACIO.. MIS TETAS!!! Ahora vosotros estáis confundidos, no sabéis qué papel desempeñáis en la sociedad, HUIS DE NOSOTRAS COMO EL DIABLO DE LA CRUZ.
Yo no quería intervenir interrumpiéndola, pero tenía unas enormes ganas de señalarme y decir “Aquí mismo” si no huyo, “puedes usarme” …. Pero permanecí callado y atento al soliloquio que mantenía la rubia sentada con las piernas cruzadas mostrando un poco más de las rodillas, aunque si pude balbucear: ¿quieres otra copa?
Asintió con la cabeza y continuo: No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba, pero con tetas y culo duritos, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, antiarrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo. No me falta más, tener que decidir qué perfume combina con mi humor, o tener que salir corriendo para quedarme embotellada en el tráfico y tener que resolver la mitad de las cosas por el móvil, correr el riesgo de ser asaltada, de morir embestida por un buscón motorizado, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, que además ni son mis problemas!!!
Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo). Y mira que teníamos todo resuelto!!! Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, doctorados y especialidades.
NOS VOLVIMOS “SÚPER MUJERES” . PERO SEGUIMOS GANANDO MENOS QUE VOSOTROS Y DE TODOS MODOS NOS SEGUIS DANDO ÓRDENES!!! ¡¡¡QUÉ MIERDA!!!
¿No era mejor, mucho mejor seguir tejiendo en la silla mecedora?
No le conteste, porque me di cuenta que era una pegunta retorica, aunque la lengua se peleaba dentro de la boca para articular alguna palabra coherente, acerté a decir: “en la mecedora también se puede hacer aprovechando el balanceo” quise bromear en serio
¡¡¡BASTA!!! Dijo enérgicamente, No digas tonterías. Quiero que alguien me abra la puerta para que pueda pasar, que corra la silla cuando me voy a sentar, que me mande flores, cartitas con poesías, que me dé serenatas en la ventana. Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar. ¿¿Para quééééé había que demostrároslo a vosotros??
¿Piensas que estoy ironizando? No, mi querido amigo, me estoy dirigiendo a todas las mujeres inteligentes, realizadas, liberadas…y abandonadas. ESTOY HABLANDO MUY SERIAMENTE. ESTOY ABDICANDO DE MI PUESTO DE MUJER MODERNA.
Bueno, pensé, quizá sea el momento de hablarle de intercambio de fluidos, aunque tal vez será mejor que se lo plantee el sábado que viene, así de paso me dará tiempo a preparar alguna prosa que la convenza.
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