Parece que es cierto; nuestra mejor herramienta para relacionarnos con los demás, apenas la usamos, o simplemente la ignoramos.
Apenas se presta atención a las sugerencias, argumentos, que se manifiestan, o tal vez resulta que esta herramienta es utilizada de manera selectiva, es decir escuchando aquello que solo nos interesa escuchar.
Esa herramienta, no solo la tenemos de adorno a ambos lados de la cabeza, ni siquiera esta necesariamente para ser soporte de anteojos, ni tampoco para colgar en ellas aros a colores, es indispensable para el arte de la comunicación
Apenas se presta atención a las sugerencias, argumentos, que se manifiestan, o tal vez resulta que esta herramienta es utilizada de manera selectiva, es decir escuchando aquello que solo nos interesa escuchar.
Esa herramienta, no solo la tenemos de adorno a ambos lados de la cabeza, ni siquiera esta necesariamente para ser soporte de anteojos, ni tampoco para colgar en ellas aros a colores, es indispensable para el arte de la comunicación
Donde queda eso del feedback, lo de compartir observaciones, sugerencias, preocupaciones, Esta bien, tal vez en la próxima ocasión exista feedback
1 comentario:
Qué te puedo yo decir...los hombres soleis tener menos experiencia a la hora de escuchar...Y a nosotras el feedback nos va de p... madre. Jeje
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