Al alba, sus luces iluminaban la larga recta de la autopista de entrada a la ciudad, ya estaban cerca, ya se oye el rugir de los motores, una nueva ciudad, nueva yerba, nuevas prietas carnes, nuevos roles delante de las barras.
Llegan con su libertad, sus cabellos grises, con sus gafas negras, que no dejan ver su mirada, visten de negro, llegan con el viento a su espalda,
Termina el día, y comienza una nueva noche negra de espesa niebla.
Han llegado los Jinetes Negros
No hay comentarios:
Publicar un comentario