Después de “la invasión de los
ladrones de cuerpos” en 1956 y su remake, “la invasión de los ultracuerpos” en
1978, películas ambas del género de ciencia ficción de serie B, estrenadas en
el pasado siglo XX, llega ahora en 2020 “la invasión de los imbéciles”.
Las redes sociales han
propiciado la proliferación de idiotas, esos que antes solo hablaban en los
bares después de un par de copas de vino, y ahora se ven con el mismo derecho de
verter sandeces en publico virtual. Internet ha conseguido que el cuñadísimo
venga a quedarse. Y el drama es que ha promovido al tonto del pueblo, en
portador de la verdad.
Alguien dijo una vez “no
hay tonto más tonto, que un obrero de derechas”, ahora por Facebook, Twitter, Instagram,
circulan intenciones, deseos, críticas, aplausos, insultos, y adhesiones, que
si bien muchos de estos post, son bien intencionados y contrastados, los más
son basura de cuñados con intenciones perversas de desinformar y engañar.
Antes la TV había sido
(y aun lo sigue siendo) junto con el fútbol y los toros, los medios para
mantener entretenidos y engañados a los ciudadanos, al igual que hacían los
romanos con el circo, ahora el medio manipulador por excelencia es Internet y
sus aplicaciones de visualización personal
A partir de ahora en sesión continua,
las 24 horas del día pueden ustedes entretenerse y divertirse, con el nuevo remake “La invasión
de los imbéciles” donde ilustrados cuñados y avispados youtuber, les informaran
de las últimas novedades de lo que ocurre no solo en su ciudad, o la última
moda a seguir en zapatos, como usar de forma coqueta la sombra de ojos, o
sobre el político tonto de turno, sino que también les orientan en como deben
sentarse en el retrete a realizar las deposiciones, sobre todo después del
acoso que sufrió el pobre papel higiénico motivado por los últimos acontecimientos
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