Estamos inmersos en una nueva era donde todo es digital, y la telemática rige nuestros destinos. Los departamentos de RRHH de las Empresas y los organismos oficiales se afanan en recordárnoslo constantemente. Lo Digital es cómodo se supone, por que los amantes de la telemática se empeñan en vanagloriarse de que las relaciones del ciudadano de a pie y la administración son ahora mucho más cercanas y fáciles que en tiempos atrás, no hay más que ver sus spots publicitarios o las web máster, donde tienen los formularios electrónicos
Por ejemplo Hacienda¡¡¡… o cualquiera otra donde se tengan que enviar formularios electrónicos, oye. Desde hace bastante tiempo, y después de obtener un certificado digital, puedes obtener desde la web de la Hacienda Pública (esa que se dice somos todos) los certificados que te exigen las empresas para las que trabajas. Esta muy bien, Verdad?? hemos pasado de los casi 20 días para obtenerlos a sólo dos; ahorrándote los paseos mañaneros de ventanilla en ventanilla y la amable y enriquecedora experiencia de compartir grandes diálogos y tu precioso tiempo con el funcionario de turno, que no sabe de nada y como casi siempre está sustituyendo al encargado del tema, mientras este toma su cafelito en su “tiempo” reglamentario
Pero, la pregunta es: …. de qué coño sirve toda esa infraestructura, publicidad y gasto, si el funcionario correspondiente no graba los datos en su terminal. Claro, pides el certificado pensando que como has cumplido con los plazos de presentación y has pagado religiosamente (no lo hagas, que verás que risa te da al hablar del tema con otro funcionario), podrás descargártelo en un plazo muy breve para que tu cliente lo tenga y así no verse ‘obligado’ a no pagarte. ¡¡ Sorpresa !!, el certificado es negativo. Me faltan por presentar dos declaraciones del año pasado. Corres con estupor a la carpeta del expediente del cliente … pero si están aquí, sellados por hacienda en fecha… ¿que pasa?… einnnn????.
Así que resulta que vuelves a lo de todos los años. Vas a la delegación de hacienda, haces la pertinente cola, y te enteras de todos los chismorreos de la ciudad escuchando a tus compañeros de cola, el funcionario que te atiende, y sin apenas mirarte, te remite a otro, y a otro y por fin, un funcionario gris con una mueca de engorro en el rostro que no es capaz de disimular la sonrisa de oreja a oreja, te explica que la persona que debe grabar esos datos en el ordenador no lo ha hecho, y no se encuentra en su sitio en estos momentos. Sacas las declaraciones y les pides amablemente que tras comprobarlas, grabe esos datos para que tu vuelvas a casa y lo vuelvas a solicitar por internet (claro, si lo pides en la ventanilla son 20 días, recordáis?). Y te responden, que en cuatro o cinco días los grabarán, que tienen que llevarlos a la planta de arriba… jooooder, la de escaleras que tiene que haber entre planta y planta. Pero si es que el año pasado me pasó lo mismo, y el anterior también… Ahora se comprende porque la mayoría de funcionarios están tan cansados y estresados.
Y resumo: para que nos vamos a molestar en utilizar la telemática, si al final acaba apareciendo el funcionario vago, acabas en la cola de cháchara esperando tu turno, y vas a seguir perdiendo tu preciado tiempo, intentando dialogar con un personaje que sustituye a otro.
La culpa es de la telemática ….. o del funcionario vago??
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